¿Cuánto importa el logotipo de tu proyecto inmobiliario?
Por Nelson Barroso
Abres la revista inmobiliaria y ves decenas y decenas de proyectos, uno tras otro compitiendo por destacarse en una acalorada lucha. Trazos, tipografías, íconos y colores de todo tipo buscan atraer la mirada y contar una historia que logre robar tu atención en solo una fracción de segundo. ¿Qué hace que un logotipo inmobiliario resalte en un mar de opciones?
Empecemos por establecer que, más que un adorno en la tarjeta de presentación o en la entrada de un edificio, un logotipo es la encarnación gráfica de un concepto, una idea, una filosofía o una nueva propuesta. En el ámbito inmobiliario, el logo representa la individualidad visual del proyecto, eso que lo hace especial y único, su adn.
Indistintamente si se trata de un edificio de oficinas, un parque industrial o un centro comercial, el mercado inmobiliario es altamente competido y sofisticado en términos publicitarios, lo que significa que cualquier comprador o inversionista es bombardeado con gran cantidad de información visual y solo aquella capaz de distinguirse con un sello visual único logrará conectar con el ser.
Pero… ¿Qué características necesita el logo de nuestro proyecto inmobiliario para ser efectivo?
Diseñar el logo apropiado para nuestro proyecto inmobiliario nos exige tener en cuenta algunas características fundamentales que nos ayuden a reflejar la naturaleza del mismo. No perdamos de vista los siguientes puntos al momento de diseñar el de nuestro proyecto:
Simplicidad
Como representación de una idea abstracta, el logo debe poder sintetizar en muy poco lo que desea transmitir. Sin embargo, es un error inmenso tratar de abarcar gráficamente todos los aspectos de una nueva propuesta. El resultado suele ser una imagen sobrecargada que confunde y desagrada estéticamente.
Los logos más simples son recordados con mayor facilidad que aquellos que poseen un gran número de elementos y colores. Un logo que logra impactar mediante la simplicidad, permanecerá por más tiempo en la mente de los prospectos. Por otra parte, los logos sencillos son más versátiles y facilitan su aplicabilidad en la amplia variedad de medios por los cuales buscamos promover nuestro proyecto inmobiliario.
The Assemblege, un espacio moderno de coliving y coworking en Nueva York, usa la disposición de simples líneas que transmiten la perfecta integración de un conjunto de triángulos, simbolizando la idea de un espacio de trabajo y residencial compartidos. La simplicidad, tanto de las líneas que componen el imagotipo como de la tipografía escogida expresan el nombre del proyecto, hacen fácil la lectura del logotipo y su recordación.
La tipografía
La elección de la tipografía debe ser hacerse de manera tan minuciosa como la de la imagen, en el caso de los logos que cuentan con ambos elementos. A pesar de que la imagen del logo suele ser la protagonista en todo el conjunto, son las tipografías las que nos invitan a leer, a querer conocer más sobre la marca y a degustar la sonoridad del nombre del proyecto. Bien sea que la tipografía acompañe un imagotipo o que lo conforme el logo en su totalidad, la tipografía debe estar alineada con el tono y filosofía del proyecto, de modo que transmita un mensaje coherente.
Natiivo, un moderno edificio en Miami de 51 pisos usa en su logo el recurso de la repetición de la letra “i” que, en combinación con la tipografía con puntas en bisel, producen la sensación de estar observando una torre en perspectiva.
Representatividad
El logo debe sintetizar (como lo mencionamos antes) la esencia de la marca o, en este caso, del proyecto inmobiliario. No decimos que deba englobar ni su aspecto ni lo que hace; básicamente su función es reducir a una imagen la filosofía del proyecto, su personalidad, esa con la que esperamos poder empatizar con los futuros compradores para lograr la venta.
Génova 7, un destacado edificio residencial en la ciudad de Madrid, encuentra la forma perfecta de representar el espíritu de su proyecto en el número siete, pues este es considerado el número de la perfección, además de que el proyecto consta de una torre principal de 7 pisos.
Durabilidad
El logotipo deberá gozar de cierta atemporalidad y mantenerse relevante a lo largo del tiempo, ser un clásico. Los logos muy ajustados a las tendencias de moda, suelen ser efímeros, vienen con fecha de caducidad y exigen ser “refrescados” al poco tiempo. No olvidemos que hablamos de proyectos inmobiliarios y que, por tanto, hacemos referencia a algo sólido, fuerte, imperecedero y resistente en lo que sentirnos seguros. Esa misma sensación debe transmitir la imagen gráfica que lo representa, el logo.
Eleven Hancock, un edificio residencial con un concepto espacial “sin barreras”, abundante en luz natural, en uno de los vecindarios más vibrantes de Nueva York, hace uso de un logotipo tan sobrio, limpio y preciso que bien podría transmitir modernidad y elegancia hoy como dentro de 40 años.
Escalabilidad
Poco sirve un logo hermoso que no pueda ser aprovechado en los recursos publicitarios y comunicacionales que necesitemos para darlo a conocer y promocionarlo efectivamente. El logotipo debe ser reconocible y entendible en todas sus escalas y lo suficientemente simple para poder ser presentado en sus versiones a color y blanco y negro, sin perder su mensaje. De nuevo, será la simpleza la regla que favorecerá la escalabilidad del logotipo. Los logotipos recargados con montones de elementos terminan convertidos en una mancha indescifrable cuando se llevan a escalas pequeñas.
Si no tienes claro cómo es la escalabilidad de tu logo, pregúntate: ¿cómo funcionaría en una valla? ¿puede aplicarse a un mensaje publicitario de un cuarto de página? ¿Se adapta para aparecer como imagen de avatar en instagram?
200 East 59th Street es el nombre de una clásica y modernista torre de condominios de New York ubicada en en la misma dirección que da nombre al edificio.
El logo de este proyecto es básicamente la dirección del edificio elegantemente escrito en tipografía serif. Este logotipo puede ser empleado en la mayoría de los medios que se requiera, a pequeñas y grandes escalas, sin perder su legibilidad.
Poder de recordación
Es la característica que tienen en común todos los logos que puedes recordar en este momento, es lo que los hace perdurables en nuestros recuerdos con el pasar del tiempo. Un logo con poder de recordación es todo aquel que puede ser descrito, tras haber sido observado una sola vez. Por esta razón insistimos en la simplicidad del logotipo, es mucho más fácil describir un diseño sin muchos elementos que uno lleno de ornamentos generalmente innecesarios.
Un hermoso resort/spa en Indonesia que mezcla el lujo con la experiencia de la meditación y el encuentro con la naturaleza llamado Samsara UBUD, hace uso de un símbolo universalmente conocido como el del infinito facilita la recordación de la marca del proyecto, gracias a la familiaridad de los espectadores con el signo.
Relevancia
Es importante determinar la identidad del proyecto y tener muy claro a quién va dirigido y, en función de ello, diseñar el tono en el que queremos comunicar. El logo constituye la cara visible de la marca, el espíritu de nuestro proyecto inmobiliario, es el signo visual más breve e importante dentro del universo comunicacional de la marca, por eso es fundamental que su concepto esté en sintonía con la identidad del proyecto que representa.
Slate Residences, apartamentos llenos de lujo y modernidad en San Francisco nos muestra cómo, haciendo uso de líneas y ángulos rectos utilizados en el diseño de este logo, aciertan en la comunicación del concepto de este proyecto basado en amplios espacios de formas rectangulares, que transmiten modernidad y libertad.
El color adecuado
Los colores comunican sensaciones, justo lo que buscamos hacer con nuestro logotipo. Queremos que nuestro logo “diga” lo que somos, que transmita nuestra esencia eficazmente, que asome a nuestros públicos la promesa de nuestros proyectos. Así como al escoger el estilo, la forma y la tipografía, al elegir el color del logo para nuestro proyecto debemos tener en cuenta un conjunto de variables como la historia de la marca constructora, el público a quien va dirigido el proyecto, su ubicación y sus valores agregados. El color, en caso de ser solo uno, o la combinación de estos, debe ser reflejo del carácter de la marca.
Walton lofts, apartamentos de lujo en Seattle con increíbles vistas para una vida llena de emociones, son el perfecto ejemplo de la selección acertada de un color. Su logotipo logra sortear un dilema de color que surge cuando se intenta abarcar en un mismo renglón la sobriedad del lujo y una marca vibrante, pues ambos mundos suelen pugnar.
Acá, el particular color naranja, un tanto opaco, no es una casualidad. Encarna energía, pero medida, con cuidado, contenida dentro del espectro de lo que luce todavía elegante. Un naranja apenas más encendido quizá fuese un desacierto.
Por último, recuerda…
- Ya hemos mencionado que el logo es el reflejo de tu negocio. Por tanto, si tu logo luce poco profesional, tu proyecto se percibirá igual.
- No bases el diseño del logo en tendencias pasajeras. Recuerda que los clásicos no pasan de moda.
- Evitemos usar imágenes gratuitas disponibles en la red. La idea es ser únicos y destacar nuestros proyectos inmobiliarios por encima de la competencia.
- El diseño del logo debe responder a las necesidades comunicacionales del proyecto, no a los caprichos del director de la firma o del diseñador.
- La forma por encima del color. Aunque hemos repasado la importancia de la elección del color, esta debería ser la última decisión. Los logos cuyo impacto está basado en el color y no en la forma, limitan su aplicabilidad.
- No usemos más de dos tipografías. Hagamos sencilla la lectura del logo. La regla de oro es “SIMPLICIDAD”.
- Y, finalmente, di “NO AL PLAGIO”. El proyecto en el que tú y tu equipo han puesto tanto empeño, merecen más que un logotipo copiado.
Los logos son un recordatorio, la representación de una idea, un nombre hecho símbolo, el de nuestra marca, consultora o proyecto y amerita un análisis y diseño de la misma envergadura. Que el símbolo que representará nuestro proyecto esté a la altura de nuestro desarrollo inmobiliario.
