El COVID-19 desafía constantemente la capacidad de predecir escenarios futuros, y con esto pone a prueba la capacidad de los inversionistas de reinterpretar cuáles oportunidades se extinguen, cuáles cambian y cuáles nuevas aparecen en medio de un contexto sin precedentes.

¿Podrá sobrevivir el sector hotelero en Colombia a la pandemia? ¿qué puede aspirar hoy un inversionista al apostar a un sector que se encuentra técnicamente detenido? Son algunas de las interrogantes que nos impulsaron a entrevistar a Daniel Gutierrez.  

Aunque nos separan escasos cientos de metros, conversamos a la distancia y a través de videollamada con él. Daniel es Administrador de Empresas con enfoque en Finanzas y Desarrollo y Administración de Proyectos. Es socio fundador y actual Director del Departamento de Inversiones y de la División de Bienes Raíces de Grupo Gutiérrez.

Junto a su equipo ha trabajado por más de una década acompañando a más de 350 inversionistas extranjeros, en el proceso de construir portafolios de inversión rentables y de bajo riesgo. Hoy Gutiérrez Group administra con éxito activos por más de 40 millones de dólares en el país.

Su óptica, la de alguien habituado a ponerse en los zapatos de quien mira a Colombia con curiosidad desde la perspectiva económica, nos ayuda a comprender hoy cuál puede ser el futuro de la inversión hotelera en el país.

Daniel, ¿qué tipo de inversiones siguen siendo vigentes hoy?

Definitivamente no se trata de un momento para salir a hacer dinero rápido, es el momento para proteger el patrimonio con buenas decisiones. Esto implica pensar de forma menos cortoplacista y más estratégica. Buscar altas rentabilidades inmediatamente es exponerse aún más al riesgo en un escenario que ya es volátil, por ello invito a tratar de pisar firme y orientar los recursos a aquello que, aunque muestre fluctuaciones actualmente, pueda brindar certeza al examinarse en períodos más largos. 

¿Qué determinará que algunos inversionistas puedan sobrevivir a la crisis y otros no?

Lo primero que debe examinar cada quien es cómo llegó a este momento. Si tenía sus finanzas en orden y disponibilidad de liquidez, encontrará sin duda la capacidad para maniobrar cualquier crisis. Entonces el primer requisito será haberse preparado para un período de bajo flujo de ingresos y tener liquidez con la que actuar.

Lo segundo será mostrar prudencia en el uso de esa liquidez, procurando diversificar sus inversiones para mantener un portafolio resiliente.

¿Sigue viendo en la inversión en el sector hotelero un nicho con perspectivas positivas a mediano y largo plazo?

Si bien vemos el impacto directo de la pandemia hoy sobre el sector turismo y los estragos que puede causar en el corto plazo, en el mediano término no puede existir un mundo sin turismo, y no solo hablo del turismo por placer, incluyo también el tema de negocios. Estos son dos motores que continuarán generando empleo y riqueza. La crisis sacará del mercado a muchos competidores y generará nuevas oportunidades para que ingresen otros. 

Estamos convencidos de que en esta nueva normalidad, se necesitarán nuevos actores con mejores propuestas de valor que vayan más allá de los clásicos hoteles: apartamentos de lujo para estadías cortas, propiedades para estadías de duración intermedia para viajes de negocios, casas de recreo, etc. Serán los que mejor se logren adaptar para entregar mejores propuestas al mercado, quienes logren capturar la bonanza propia de los períodos de recuperación.

¿Qué debe analizar un inversionista extranjero hoy antes de depositar su capital en infraestructura hotelera en Colombia?

Lo primero es que el proyecto en sí tiene que estar muy bien fundamentado desde la perspectiva financiera y del mercado. Existe una gran variedad de opciones de inversión  disponibles en el sector, pero quien decida participar debe hacerlo partiendo de data extremadamente confiable, que apunte a una recuperación razonable, basada en modelos que muestren una respuesta positiva ante escenarios de incertidumbre.

Por otro lado, deben enfocarse en proyectos que tengan una clara propuesta de valor, bien sea desde la arquitectura, el diseño, la ubicación, los servicios, etc. La vara ya está alta y entrar a competir debe hacerse solo si se dispone de ventajas claras.

Por último, ser muy selectivo a la hora de elegir al socio o aliado adecuado. Verificar sus credenciales, su reputación, trayectoria y capacidad real de llevar un proyecto a buen término. 

¿Cómo evalúan los extranjeros a Colombia como destino de inversión?

Afortunadamente Colombia es un país cuya estabilidad política y económica ya no es noticia reciente. Somos el tercero en Latinoamérica con el menor riesgo país y esto tiene grandes implicaciones en términos de confianza.

El mundo nos reconoce como un país con instituciones capaces de brindar garantía jurídica no solo a la inversión local, sino a la extranjera que viene creciendo de forma regular.

¿Qué oportunidades se muestran a la vista para quienes buscan invertir su capital en el sector hotelero en Colombia?

En primer lugar, al haber una baja en la ocupación temporal y una desaceleración de la construcción, los predios, inmuebles y espacios en general para la construcción tienden a bajar sus precios. Esto hará emerger oportunidades de oro, precios que hace meses eran impensados y que facilitarán la adquisición de espacios para la construcción. Es el momento de los compradores.

Lo segundo tiene que ver con la tasa de cambio. Al encontrar que el dólar gana terreno frente al peso, la inversión extranjera logra conseguir más con menos. 

Uniendo ambas ideas, en este momento es altamente favorecedor que un extranjero busque invertir dólares en tierras en Colombia.

Dicho esto, agregaría un tercer punto y es que aunque el sector turismo haya sido golpeado, representa una forma clara de apuntar a un retorno estable para esos mismos inversionistas en el largo plazo. Esto porque la hotelería se rige por tarifas internacionales, permitiéndole sobrellevar de mejor forma la depreciación de nuestra moneda y porque además genera flujos de caja diarios, críticos para la salud de un negocio.

Todos estos factores combinados con un costo de vida en pesos, están invitando a muchos a pasar de ser solo inversionistas, a residentes temporales o permanentes en el país.

¿Qué puede ofrecer Medellín específicamente para el inversionista extranjero en este sector?

Medellín es una ciudad que apenas despierta en términos de turismo y está todo por hacer. Es la apuesta de grandes capitales extranjeros y lo vemos reflejado día a día en nuevos restaurantes, hoteles, complejos de apartamentos para estadías cortas, escuelas de idiomas, servicios de transporte, etc. La ciudad está aún preparándose para alojar el turismo que, una vez esta situación temporal sea controlada, seguirá creciendo como lo viene haciendo, de forma sostenida.

Su atractivo como ciudad ejemplo de transformación se une con una coyuntura, y es que al reducirse de forma global el presupuesto familiar y empresarial para viajes, aquellos destinos económicos emergen con más fuerza. En los años siguientes veremos menos gente esquiando en Suiza y más gente visitando ciudades como Medellín. 

Medellín seguirá siendo epicentro de actividad turística y seguirá necesitando una infraestructura adecuada que le dé soporte.

A nivel más personal, Medellín posee otra gran bondad, el clima primaveral sostenido todo el año con temperaturas agradables para la vida, hace que muchos de los inversionistas lo elijan como una excelente opción para el retiro

¿Cómo observa la volatilidad del sector inmobiliario en Colombia?

Históricamente la banca en Colombia ha mostrado un comportamiento prudente, controlando los niveles de endeudamiento y exigiendo respaldos, aspectos que hacen que, al afrontar una crisis existan menos acreedores que se declaren en insolvencia. Esto, definitivamente es algo que cobra especial relevancia durante la pandemia.

Aquella economías que apuntan al sobreendeudamiento como motor, encontrarán más dificultades para recuperarse. Desde esta perspectiva, confío en que la prudencia permitirá destrabar la economía, quizá a un ritmo no tan acelerado, pero sano. 

Lo que busca un inversionista inteligente, alguien con educación financiera, no son necesariamente deslumbrantes rentabilidades, sino un lugar que brinde estabilidad para sembrar y eso es hoy la inversión en infraestructura hotelera en Colombia.